DETENTE PARA AVANZAR
Por: Silvia Liñán
Estamos ya a mediados del mes de enero. Ha sido un inicio de año muy activo, lleno de incertidumbres, principalmente. Tal vez para algunos de nosotros los propósitos de año nuevo se hayan visto frustrados incluso antes de iniciarlos, pero la vida sigue y como profesionales que somos hemos de seguir avanzando y desarrollándonos a pesar de las circunstancias cambiantes de nuestro entorno, pero… ¿Qué no es cambiante? todo lo es, si, la vida es cambio y que bien que podamos brillar, llevar luz y vida a otros, mientras los medios y “algunas otras voces” nos quieren imponer lo contrario.
Para seguir desarrollándonos en medio de la locura de este mundo, y de la nuestra, es preciso que nos detengamos un poco (Stop), que miremos (Look) y nos demos cuenta de lo que realmente importa en nuestra vida y sólo entonces avancemos (Go), para ello es preciso algo de tiempo, si tiempo todos los días.
Stop, Look and Go me ha resultado muy valioso porque he conocido otra parte de mi que en algún momento me fue despojada, tal vez por la cultura racional en la que nos desenvolvemos o bien por el mundo moderno, activo y competitivo en el que vivimos. Con este sencillo proceso he conocido más acerca de mis genuinos deseos, he replanteado seriamente mis metas, además ha sido una forma muy efectiva para experimentar menos angustia en tiempos difíciles.
Hoy en lo particular quiero abordar el Stop, es decir detenernos y tomar para nosotros algo del tiempo diario que nos pertenece y no precisamente para hacer algo, todo lo contrario, para dejar de hacer.
Partiremos de que el comportamiento humano se desarrolla básicamente en cuatro pasos: percepciones, pensamientos, sentimientos y comportamientos. El pensamiento es en lo que más se nos ha insistido que nos enfoquemos, muchos de los temas de desarrollo se basan en esto sin embargo; si realmente queremos tener cambios, aprovechar al máximo nuestra naturaleza y equilibrar nuestras vidas; será necesario un cambio radical de paradigma donde también valoremos el primer paso que es la percepción, entendiéndola como el darnos cuenta de algo de la realidad o la toma de conciencia.
¿Cómo funciona la percepción? A través de los sentidos llevamos conocimiento a la conciencia, esto es la percepción de los sentidos: ver con los ojos, escuchar con los oídos, oler con la nariz, palpar con los dedos y gustar con la lengua. El pensar es la primera reacción ante lo percibido y es aquí donde pasamos la mayor parte del tiempo, claro después viene el comportamiento.
La importancia de la percepción radica en que, si bien el pasado y el futuro lo experimentamos desde los pensamientos, el presente lo experimentamos en la percepción. El pensar cansa y a veces nos angustia, pero la percepción nos reanima y nos da energía. Estar constantemente atentos al presente nos lleva a mejores experiencias de vida.
¿Cómo podemos desarrollar la percepción? La naturaleza es la gran maestra, te sugerimos tomar para ti de 15 a 20 minutos todos los días, claro! 30 minutos o una hora es mucho mejor; sal a caminar o mira un árbol; escucha el canto de un pájaro; mira la luna, las estrellas y las nubes; déjate acariciar por los rayos del sol o por el viento y simplemente permanece. ¡Deja actuar en ti a la naturaleza! Cuando empieces a juzgar: ¡Qué calor! o ¡Qué frio! ¡Qué bonito canta el pájaro! ¿Qué edad tendrá el árbol? ¡Mira qué bonita flor! o bien, a querer cambiar las cosas significa que ya estás en el paso de los pensamientos (en la razón), gentilmente vuelve a mirar, sentir, oler, sin juzgar y sin cuestionarte cuánto tiempo pasaste pensando. Simplemente vuelve a percibir las cosas tal como se manifiestan.
En el paso de la percepción no tenemos que hacer ni lograr algo, ni ser más efectivos ni productivos, simplemente experimentamos la vida tal como es. Con el tiempo vamos a sentir calma en nuestra vida, menos angustia ante la incertidumbre, ideas más frescas y profundas y una clara comprensión de que lo que está puede estar y está bien no tenemos porque aferrarnos a cambiarlo, además nuestro proceso de pensamiento, sentimiento y comportamiento será más acorde a nuestros deseos genuinos.