PERSPECTIVAS EMPRESARIALES, UNA MIRADA AL FUTURO CERCANO DE LAS EMPRESAS
Por: Silvia Liñán
En 2017 iniciaba el primer artículo del año de esta manera: “…ha sido un inicio de año muy activo, lleno de incertidumbres, principalmente. Tal vez para algunos de nosotros los propósitos de año nuevo se hayan visto frustrados incluso antes de iniciarlos, pero la vida sigue y como profesionales que somos hemos de seguir avanzando y desarrollándonos a pesar de las circunstancias cambiantes de nuestro entorno… “, podemos darnos cuenta que las cosas no han cambiado mucho en estos 12 meses y que 2018 se vislumbra igual de incierto, de manera que, mientras nuestro entorno siga cambiando, bueno en realidad nunca deja de hacerlo, hemos de seguir trabajando con empeño, con la esperanza de un mundo mejor y poniendo lo mejor de nosotros mismos.
En este primer artículo del año quiero compartir algunas de las tendencias que revistas de importantes escuelas de negocios y firmas de investigación nos dan a conocer y que creo son relevantes para darle nuevos aires a la forma en que dirigimos nuestras empresas.
Personas: más trabajadores autónomos, por lo tanto, menos empleados en nómina y más contratación por proyectos, con equipos que se forman y desaparecen cuando finaliza el proyecto. Más mujeres y hombres trabajando con jornadas parciales y horarios flexibles, políticas que están teniendo mucho auge para conservar a los mejores talentos. Aún no terminamos de conocer muy bien a los Millennial y ya es preciso entender a la Generación Z, clave en el negocio futuro, que supone una re-evolución de las técnicas de atracción de estos públicos y su constante revisión al ritmo en que cambia internet y la tecnología. La generación Z no es nativa digital, es digitalización in vitro. Los nacidos en la década del 2000 están ávidos de novedades tecnológicas con una curva de adopción y aprendizaje tan acentuada como autodidacta e intuitiva.
Liderazgo: Pasaremos de dirigir recursos humanos, propio de la era industrial, a seres humanos, lo cual implica un reto en nueva forma de pensar. Búsqueda de la creación de valor en lugar de la preocupación en la productividad, propio también de la era industrial. Una dirección de empresas más holística, integrada y transversal.
Negocio: en lugar de pensar: “¿cómo lleno mi fábrica?”, el nuevo imperativo será:?“¿Qué quiere realmente el cliente?” y en función de ello?se asignarán?los recursos. Externalización de la manufactura de las piezas más complejas, eliminando esos activos del balance general.
Inteligencia artificial: a mediados del 2016 Forrester, una de las firmas de investigación más influyentes del mundo, enumeró las cinco tecnologías emergentes que más impacto tendrían en el mundo empresarial en los próximos cinco años: el Internet of things o Internet de las cosas (concepto que se basa en la interconexión de cualquier producto con cualquier otro de su alrededor), la realidad aumentada, los agentes inteligentes, las redes inalámbricas híbridas y la inteligencia artificial. Gracias a este último, y a su aplicación ya imparable en el mundo del marketing, es que somos capaces de comprender el comportamiento de los consumidores, interpretar sus necesidades y tomar decisiones en tiempo real.
Como vemos, estamos inmersos en una época llena de retos, para algunos esto puede ser preocupante, porque pareciera que el camino no tiene fin, sin embargo a mí me parece que debemos ocuparnos, seguir preparándonos y aprendiendo para llevar a nuestras empresas buenas prácticas que contribuyan a su crecimiento, al desarrollo de los colaboradores y a la construcción de mejores lugares para trabajar y, cómo comentamos en uno de los programas formativos de Concordia, a mayor reto mayor disfrute, así es que te invito a disfrutar los retos que este año nos presenta, con incertidumbre y todo.