5 PRINCIPIOS PARA CONCILIAR VIDA PERSONAL, FAMILIAR Y LABORAL

Por Silvia Liñán

¿Estás satisfecho con el modo en que combinas tu vida personal, familiar y laboral? Esta pregunta la hemos planteado en seminarios y programas formativos que hemos realizado en Concordia. Estimamos que poco menos del 40% de las personas que han participado en alguno de ellos están satisfechas. Este número me llama la atención dado que el tema en cuestión no es un tema menor, se trata de las áreas que más nos interesan, se trata de nuestra propia vida, ni más ni menos.

Dice Nuria Chinchilla, referente mundial en este tema, que conciliar o integrar la vida personal, familiar y laboral implica mucho más que ajustar horarios, supone conciliar la propia vida y para ello se requiere un plan que abarque todos los aspectos de la misma, apostando por un éxito integral (personal, familiar, profesional y social) y para llegar a ello es preciso hacer conciencia de algunos aspectos fundamentales:

  • Trabajo y familia son pilares fundamentales, son interdependientes: el uno difícilmente se da adecuadamente sin el otro.
  • Vivimos en un entorno más “equitativo y justo” pero también más exigente que nos dice: “Puedes hacerlo todo, pero si lo haces lo tienes que hacer bien” sin embargo aún con todas éstas exigencias la velocidad de la rotación de la tierra sigue siendo la misma.
  • Los cambios demográficos, la tecnología, la participación masiva de la mujer al mundo laboral, entre otros cambios sociales han ocasionado transformaciones en la manera en que trabajamos, en la familia y en los roles dentro del hogar.

¿Qué nos impide llevar una integración entre la vida personal, familiar y laboral?

Hablar de integración supone aspectos complejos, sin embargo a fin de simplificarlo podemos decir que lo que nos impide llevar una integración entre la vida personal,  familiar y laboral es:

  • No reconocer que tenemos limitaciones reales en la vida.  Un ejemplo es la salud, si no cuidamos y/o atendemos nuestro cuerpo tarde o temprano nos pasará factura. El tiempo también es una limitación real, sólo disponemos de 24 horas al día y es vital incluir un descanso reparador.
  • Llevar un estilo de vida fuera de control y de nuestro rol, metafóricamente diríamos que no podemos correr un maratón como se corre una carrera de velocidad, nuestra vida debería ser más parecida a un maratón.
  • Intentar hacerlo todo y hacerlo bien, creyendo que hay situación perfecta en todas las áreas y en todos los momentos.
  • Perder de vista lo que realmente importa en el momento, aquí me refiero específicamente a las tareas y las relaciones, ya sea en el trabajo o en la casa.

¿De dónde podemos partir para integrar nuestra vida personal, familiar y laboral?

Enseguida menciono 5 principios que podemos considerar:

  1. Definir la jerarquía de los roles en este momento de nuestra vida y dedicar atención a cada uno de ellos, incluyendo tiempo exclusivamente para nosotros mismos. Los roles cambian de acuerdo a nuestras etapas de vida y circunstancias y no son iguales para todos.
  2. Estar presente, esto significa:  “Haz lo que debes y está en lo que haces”.
  3. Compartir actividades del hogar, en caso de que no contemos con ayuda en casa podemos considerar esto: “Todo lo que hay en el hogar es de todos, por lo tanto nos repartimos las actividades”.
  4. Explicarle a la familia las demandas laborales genuinas, ellos lo entenderán, aquí sólo quiero recalcar “genuinas”, recordando que el trabajo se mete en todas las grietas y a veces nos podemos confundir con el nivel de “importancia” de determinadas demandas laborales.
  5. Prestar atención al inicio y al final del día, este principio hace alusión al cuidado que hemos de tener hacia nosotros mismos. Estos momentos son clave para nuestro bienestar  ya que marcan inicio y la conclusión de ciclos vitales; como acción sugiero dedicar estos valiosos momentos a actividades sencillas pero enriquecedoras para nuestra vida, como meditar y agradecer al menos 3 cosas por las que ha valido la pena nuestro día.

Integrar nuestra vida personal, familiar y laboral no es una ciencia exacta, lo que aplica en determinada etapa de la vida puede no aplicar en otra, lo que aplica para una persona no necesariamente aplica para otra; no es equilibrio, eso supondría, por ejemplo, dedicar igual número de horas a cada uno de los roles que desempeñamos; tampoco es dejar los problemas de la empresa en la empresa, ni los problemas de casa en la casa, no nos podemos fragmentar. Es una tarea de todos, es un tema que implica a hombres y mujeres, es trabajar de manera distinta, no menos; es comprometernos con nosotros mismos para desarrollarnos de manera integral.