PREGUNTAS PARA MEJORAR LA GESTIÓN DE LA GERENCIA

Se habla de que tanto los problemas como los logros de una organización dependen en mucho de la gestión de las personas que están a cargo de alguna gerencia. Su importancia es tal, que hay quienes han considerado a los y las gerentes como el corazón de las empresas y, según estudios de Gallup, el 70% del compromiso de las y los colaboradores, así como los resultados del trabajo en remoto, están relacionados con su desempeño.

He preparado este artículo, que en realidad es una serie de preguntas reflexivas, para aquellas personas que ejercen este rol complicado, dinámico y lleno de desafíos, pero también de oportunidades. 

Te invito a leer las siguientes preguntas y a reflexionar en torno a ellas. Este sencillo proceso de cuestionarnos puede darnos pistas sobre cómo nos estamos desempeñando en dicho rol, de si nos gusta la manera en que lo hacemos y, sobre todo, definir acciones que posibiliten mejorar dicha gestión.

Aquí las preguntas:

  1. ¿Mi primer foco es mi éxito como gerente o la vivencia de un propósito común?
  2. ¿Qué surge en mi cuando algún miembro del equipo dice o hace algo contrario a lo que pienso, creo o valoro?
  3. ¿Cómo es el entorno o ambiente en el que se desenvuelven los miembros de mi equipo?
  4. ¿Me relaciono, con los miembros de mi equipo, desde la competencia o desde la colaboración?
  5. ¿Cómo es mi relación con cada uno de los miembros de mi equipo?
  6. ¿Cómo es la relación entre los miembros de mi equipo?
  7. El día de ayer, ¿Cómo fue mi último encuentro con cada uno de los miembros de mi equipo? ¿y con los miembros de otros equipos?

Al reflexionar en torno a estas preguntas, ¿De qué te das cuenta? ¿hacia qué acciones te conducen tus reflexiones? Si no te gusta lo que ves, ¿Qué te gustaría hacer para que surja algo diferente?

Finalmente comparto algunas pautas con relación a cada pregunta:

  1. El propósito común es donde coinciden los intereses y deseos de los miembros del equipo, permite disfrutar el trabajo en compañía de otras personas y lleva a mirar de cerca el cómo se está haciendo lo que se está haciendo en el momento presente para lograr los objetivos. Por otra parte, el enfoque en el éxito del rol, lleva a competir con otros y otras, a ser mejor que Adriana, Rodrigo, Felipe… y con ello se corre el riesgo de no lograr los objetivos.
  2. Si no se sueltan los propios criterios de validez, difícilmente se podrá encontrar genuinamente con las demás personas y ello, entre otras cosas, impedirá estar accesibles a la escucha de otros puntos de vista.
  3. Las personas quieren trabajar, y de hecho trabajan mejor, en un ambiente de bienestar y de armonía. Asimismo, buscan espacios de confianza donde se viva el respeto mutuo; dichos espacios son generados por las propias personas. El o la gerente puede ampliar su mirada para reconocer las emociones y/o conductas relacionales de los miembros del equipo que están generando desarmonía.
  4. En el momento en que se compite con los miembros del equipo, e incluso con las y los compañeros de trabajo, la colaboración se acaba, ya que se ponen en contra. Para colaborar, son necesarias dos personas dispuestas a ello, si no, no es colaboración. Una cosita más: ¡No hay sanas competencias!
  5. El modo de relacionarse y los sentires íntimos del o la gerente y de los miembros del equipo será, en gran medida, el origen de la calidad de la comunicación, ¡Los problemas de comunicación no surgen de la nada!
  6. Igual que el punto anterior.
  7. Considera que la próxima conversación se construirá sobre las consecuencias del último encuentro y sobre los acuerdos que se hayan o no definido, de ahí que algunas conversaciones serán más fáciles y/o fluirán mejor que otras.

Gran desafío el que tienen las personas que están a cargo de alguna gerencia, pero también oportunidades de aprendizaje, de desarrollo y de re-finar la propia personalidad ¿No te parece?